sábado, 23 de marzo de 2013

Dueles


Dueles, como si todavía estuvieras aquí.
Y yo te lloro, a mí manera, ya sabes, contando
las veces que ya no me miras, y mirando
las veces que ya has dejado de contar conmigo.

Dueles, como si nunca te hubieras ido.
Como si tus piernas todavía supieran como
atarme a tu compás y a ese maldito tic tac de
tu corazón al que, en sueños, todavía sigo acompasada.

Dueles y sigues doliendo y nunca dejas de doler.
Y me pregunto (y créeme,
desde que no estás no sé en los ojos de quién buscar las respuestas)
si dejarás de doler, aquí, al lado izquierdo, o si por siempre
serás esta puta y única jaqueca que me hace sentir dolorosamente viva.  

viernes, 21 de diciembre de 2012

Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido


Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido.
Yo porque tú era lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que más te amaba.
Pero de los dos, tú pierdes más que yo,
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti,
pero a ti no te amarán como te amaba yo. 

Ernesto Cardenal

jueves, 22 de noviembre de 2012

Uno


Recuérdame como aquella que sabía dibujarte sonrisas
y susurros provocarte, en las tardes frías de invierno.
Como aquella que nunca dejó de ver en tus ojos
el sabor de la felicidad, el olor del placer.
Recuérdame a tu manera, sin prisas,
igual que nuestras noches, a trompicones,
soñándonos despiertos, velándonos dormidos.
Recuérdame besando las lágrimas que recorrían tus mejillas,
llorando los besos que mis labios ya no recibían.
Recuérdame. Con eso ya me vale.

sábado, 3 de noviembre de 2012

miradas que tendrían que ser besos

La mira a escondidas, deseando volver a respirarla, pero en cuanto ella se gira y le ve, no sabe hacer nada más que apartar la mirada... y vuelve a pensarla y a recordar esa forma de sonreírle a sus tonterías. Y sin darse cuenta vuelve a tener ese '¿y sí...?' acechándole la cabeza. 
El que no sabe es que ella está pensando "¿por qué no...?




(pero ninguno de los dos hace nada más que dejar de mirarse)

lunes, 3 de septiembre de 2012

Más pasado que presente

Mirando el techo dejaba que la música sonara. Se preguntaba cómo había llegado a esa situación, cómo había permitido que pasara lo que más había temido. Suspiró. Cerró los ojos. Y entonces fue cuando el aleatorio de su móvil le regaló esa canción. La que menos quería que sonara, la que le traía recuerdos demasiado buenos y que entonces se habían transformado en recuerdos demasiado dolorosos. Dejó que esa tan familiar melodía le inundara todos los sentidos, recordando con exactitud esos momentos que había guardado muy dentro de ella, ocultándolos, evitándolos... para nunca más volver a encontrarse cara a cara con ellos. Pero ahí estaban. Y se preguntó cómo había llegado a creerse que lograría olvidar esos recuerdos. Y se contestó casi al instante: "nunca me lo creí". Después de tantos días ocultando esos sentimientos en forma de recuerdos, se permitió revivirlos, "sólo unos segundos", se prometió. Tarde, las lágrimas ya aparecían. Brillantes, saladas, calientes. Dolorosas. Lágrimas con sabor a momentos que no volverían, que se fueron igual que el protagonista de ellos. O quizá se fuera ella. La cuestión es que su sonrisa ya no la acompañaba en las tardes de invierno, ni en las mañanas de verano. Que seguramente estaría acompañando a otra, mucho más guapa y divertida. "Mientras él sonría...", pensó. Porque lo suyo se había acabado. Como duele. Y es que lo peor de cuando un amor se acaba, es eso, que se acaba. Se acaba como esa canción que estaba sonando. Se acaba como esas lágrimas traicioneras. Se acaba como el dolor. Tarde o temprano.

viernes, 20 de julio de 2012

Tú, amor

Hola, amor. ¿Sabes? Tenía ganas de poderte llamar así, de que seas el dueño de mis sonrisas. Te diría que te quiero, pero me quedaría corta, demasiado corta, un te quiero ya no sirve para describirte lo que siento, y es que hace mucho tiempo que he dejado atrás todo esto. Es más que querer, es más que amar. Es mirarte y automáticamente sonreír, es saber que te veré y saltar de alegría, es mirarte a los ojos y saber que siempre estarás ahí, con tu sonrisa, con tu puta sonrisa que me hace soñar, que me hace volar; es sentir tus labios rozando los míos y sentirme absolutamente llena, absolutamente feliz,¿sabes? nunca dejes de besarme de esa manera, nunca. Y es que me encanta sentirte tan cerca como ahora te siento, me encanta saber que compartimos sueños, recuerdos, sonrisas y que también compartimos la felicidad. Y, créeme, pues no miento, ya sólo quiero compartir mi felicidad contigo.

Ahora que te tengo, no quiero perderte. Que esto no acabe nunca, por favor. 

miércoles, 6 de junio de 2012

6610

He aprendido a entenderte con sólo una mirada, a aceptar tus errores, a compartir tus tonterías. He aprendido a querer tus defectos tanto como a tus virtudes, a luchar por nuestros buenos momentos, a aguantar los malos. He aprendido que hay cosas más importantes que el orgullo, que es mejor no tener la razón que no tenerte a ti. He aprendido que tú y yo somos diferentes, pero algo mucho más fuerte nos une y nos hace iguales, que no importa nada mientras tú estés conmigo. He aprendido a quererte más que a mí misma, a soñarte despierta y dormida, a insultarte y luego besarte. He aprendido a ser feliz sólo con tenerte a mi lado.

Gracias por todas las cosas que he aprendido contigo, que son muchas. Espero no dejar nunca de aprender a tu lado. 

T'estimo.